El infarto al corazón se debe a una obstrucción aguda de una de las arterias que irriga el músculo cardíaco, impidiendo que llegue la suficiente cantidad de oxígeno hacia una zona del corazón, produciendo un daño, a veces irreversible.
Al tratarse de un cuadro agudo y sumamente grave, este debe ser tratado como una emergencia, debido a que su desenlace puede ser mortal, ya que parte del músculo del corazón comienza a morirse a medida que pasan los minutos. Por lo tanto, mientras más rápido sea realizado el tratamiento, la sobrevida es mayor en los pacientes.
Las personas más propensas a presentar un infarto al corazón son aquellas que presentan un diagnóstico previo de: hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipidemia, tabaquismo o historia en la familia de haber presentado un infarto al corazón previo. Sin embargo, cualquier persona sin antecedentes previos, no está exenta de presentar un infarto al corazón.
Ante la presencia de un infarto al corazón, lo más importante es en reconocer algunas señales de alarma, y saber que hacer en el menor tiempo posible.
A continuación detallamos las señales de alarma más importantes:
1- Dolor aplastante u opresivo en el centro del pecho durante varios minutos que no cede a pesar de estar en reposo. Dicho dolor es denominado medicamente con el termino de “angina de pecho”.
2- Opresión que empieza en el centro del pecho y se irradia a los hombros, cuello o brazos.
3- Malestar torácico con sensación de mareo, sudoración, nauseas o dificultad para respirar.
Ante la sospecha de estar presentando un infarto al corazón, se recomienda hacer los siguiente:
1- Acudir acompañado a un establecimiento de salud que cuente con una adecuada infraestructura, y que le ofrezca al paciente una rápida atención.
2- Confirmar el diagnóstico por parte del cardiólogo tratante del establecimiento de salud, mediante una adecuada historia clínica, un electrocardiograma y unos marcadores enzimáticos cardíacos que confirmen que se está presentando un daño agudo en el músculo del corazón.
3- Iniciar tratamiento con los siguientes medicamentos: antiagregantes plaquetarios (aspirina y clopidogrel, o aspirina y ticagrelor) , vasodilatadores (Nitratos), morfina y administración de oxígeno suplementario.
4- Transferir al paciente hacia el “ Servicio de Hemodinamia ”, área considerada de vital importancia, ya que es allí donde se realiza el Cateterismo Cardíaco, procedimiento invasivo realizado solamente por punción sin necesidad de realizar algún corte en la piel. Dicho estudio es el que define la anatomía de las arterias del corazón (Arterias coronarias), y localiza donde exactamente se encuentra obstruida la arteria.
Una vez detectado el sitio de obstrucción de la arteria, se procederá a realizar el tratamiento mediante un procedimiento conocido como “Angioplastía Coronaria”, que consiste en el implante de un dispositivo llamado “Stent coronario” , el cual es posicionado y liberado en el sitio de obstrucción, restaurando la circulación sanguínea hacia el músculo cardíaco.
La Clínica Providencia, ubicada en el distrito de San Miguel, es una de los pocas clínicas que cuenta con un Servicio de Hemodinamia, que funciona las 24 horas del día, capaz de tratar los infartos al corazón. Además, cuenta con un recurso humano de gran experiencia en el área, y una adecuada infraestructura.
De acuerdo a lo descrito anteriormente, ante la sospecha de un infarto al corazón, es muy importante acudir a un centro de salud que cuente con un Servicio de Hemodinamia, que le brinde al paciente la seguridad de solucionarle su problema rápidamente, mediante el implante de un Stent coronario en el sitio de la arteria obstruida.